Los monumentos más TOP de Barcelona
La metrópoli de Barcelona es singular por la cantidad de monumentos arquitectónicos que residen en su interior. Paseando por la ciudad, se pueden encontrar auténticas obras maestras de diferentes estilos como gótico, neoclásico, modernista, funcionalista, high-tech, art decó, neo mudéjar, entre otros.
Si queréis dejaros llevar por la belleza de las construcciones más significativas de Barcelona y conocer su historia, os recomendamos que sigáis leyendo, porque a continuación os traemos algunos de los monumentos más característicos de la ciudad condal. La selección cuenta con edificios icónicos y otros que no son tan conocidos. ¡Así que hay que descubrirlos!
Recinto Modernista Hospital de la Santa Cruz y Sant Pau
Este edificio forma parte de una de las lindezas que nos ha dejado el modernismo catalán. En el año 1997 la UNESCO lo declaró Patrimonio de la Humanidad. Luis Domènech i Montaner, con la ayuda de su hijo, creó este complejo hospitalario a comienzos del siglo XX.
El Hospital de Sant Pau está compuesto por el edificio principal y 27 pabellones más. Los edificios están envueltos de ladrillos rojizos y se unen gracias a las galerías subterráneas de más de un kilómetro de longitud que se utilizaban para trasladar a los enfermos.
Casa Lleó i Morera
Es, sin duda, una de las obras principales de Lluís Domènech i Montaner y ejemplifica a la perfección la vivienda burguesa. La remodelación de la casa se corresponde a la época floral del arquitecto de Canet de Mar, quizás la más característica. En ese contexto, la Casa Lleó i Morera es una de las representantes y de las más importantes de este periodo, como modelo de casa burguesa. Era un edificio de pisos, en el que los propietarios vivían en el principal, hecho que marca esta profunda decoración que tienen sus interiores y el resto de pisos.
Si alguien todavía no la conoce, la encontrará en la llamada Manzana de la Discordia, en pleno Paseo de Gracia. La opinión pública de la época la llamó así por encontrarse en poca distancia, tres edificios de Antoni Gaudí (Casa Batlló), Puig i Cadafalch (Casa Amatller) y Domènech i Montaner (Casa Lleó i Morera).
Este edificio modernista rezuma arte por todos lados y está considerada una de las mejores obras modernistas por la intensa aportación artística de los mejores artesanos de la época. La majestuosidad del edificio se aprecia ya desde el exterior gracias a su preciosa fachada y se acentúa al llegar al vestíbulo, al salón, la galería o la sala de fumadores.
Casa Terradas, La “Casa de les Punxes”
En medio del bullicio de la avenida Diagonal, se encuentra la “Casa de les Punxes”, un edificio concebido originariamente como residencia para la familia Terradas, pero que por su diseño ha trascendido generación tras generación hasta convertirse en un reclamo atractivo para los visitantes de la ciudad. Sobre tres inmuebles diferentes, Josep Puig i Cadafalch realizó una reforma unificando los tres cuerpos en uno solo a través de una gran fachada de obra vista. Para ejecutar la obra se inspiró en el castillo de Neuschwanstein, de corriente wagneriana. El resultado final fue una construcción imponente de una manzana triangular de casas y que recuerda a un gran castillo medieval con cuatro torres con cubierta cónica, que han dejado en la memoria de la ciudad el nombre popular por el que hoy es conocida: La Casa de les punxes. Con Sant Jordi como protagonista, todo el recinto atesora una gran simbología y cantidad de elementos decorativos, como las tribunas, las vidrieras o los forjados en todo el exterior de la casa, obra de artesanos de la talla de Enric Monserdà y Alfons Juyol.
Casa de la Ciutat: Ayuntamiento de Barcelona
No hemos querido dejar pasar la oportunidad de incluir la sede del ayuntamiento de Barcelona en este ranking. Y es que su ubicación en la plaza Sant Jaume, muy cerca del antiguo Foro romano, y a escasos metros de la catedral hace que muchos turistas acaben descubriéndolo sin querer.
Su facha neoclásica data de 1847, cuando se reurbanizó la plaza. Más antigua es la fachada de la calle de la Ciudad (1399), que hasta ese momento fue la entrada principal al ayuntamiento. De esa época son las populares estancias que han pervivido hasta nuestros días: El Saló de Cent, la Capilla, la sala de Elecciones o la Escribanía.
Arco del Triunfo
De todos es conocida la gran transformación que sufrió Barcelona de cara a los Juegos Olímpicos de Barcelona’92. Pero esta no fue la primera remodelación que se vivió en la ciudad. Antes, otro gran evento sirvió para modernizar la ciudad: La Exposición Universal que se celebró en 1888 y La Internacional, de 1929. De esa época se conservan algunos vestigios.
Uno de ellos es el Arco de Triunfo, diseñado en 1888 por Josep Vilaseca y que servía como entrada al recinto de la Exposición, ubicada en el actual parque de la Ciutadella. A diferencia de otros arcos de marcado carácter militar, el Arco de Triunfo barcelonés se caracterizó por su componente civil, caracterizado por el progreso artístico científico y económico.
El Arco tiene inspiración neomudéjar y se alza hasta los 30 metros. En su decoración destaca su rica ornamentación escultórica, obra de diversos autores de la época que representaron, mediante alegorías, la adhesión de las Naciones a la Exposición y la recepción de Barcelona a cada una de ellas.
Font màgica de Montjuïc
El siguiente gran evento que vivió la ciudad fue otra Exposición Internacional, la de 1929, que nos dejó uno de los landscapes de Barcelona por antonomasia. Poco podía imaginar el arquitecto Carles Buigas que aquella fuente de colores que diseñó entonces acabaría siendo gran reclamo para locales y foráneos.
¿El secreto? Para los más pequeños, descubrir una fuente mágica de la que mana agua de colores. Para los adultos, la sincronía entre la fuente y la música, de manera que la fuente parece bailar al ritmo de las canciones que suenan por la megafonía. Y tanto gustaba a la gente que al final la ciudad la hizo suya, convirtiéndola en la actividad de clausura de las Fiestas de la Mercè con el famoso Piromusical en el que se combina la música y el baile de la fuente con un espectáculo de fuegos artificiales.
Torre Agbar
Uno de los últimos edificios en incorporarse al skyline barcelonés. Durante 10 años ha sido la sede de Aguas de Barcelona, que dio nombre al edificio. Diseñado por Jean Nouvel, es el tercer edificio más alto de Barcelona, con 145 metros de altura, siendo superado únicamente por la torre Mapfre y el hotel Arts, que miden 154 metros. Según el propio arquitecto, la construcción se inspiró en los campanarios de la Sagrada Familia y en los pináculos de la montaña de Montserrat, aunque a todos nos recuerde a The Gherkin, icónico edificio de la city londinense.
Estos son solo algunos de los principales atractivos arquitectónicos que pueden encontrar los visitantes de la ciudad: La Sagrada Familia, el Tibidabo, el Camp Nou, el Palau Sant Jordi…y así un sinfín de lugares que hacen de Barcelona una ciudad única en el mundo. Y tú, ¿con cuál te quedas?