Joan Tarragó: “Barcelona es un buen caldo de cultivo para los artistas”
Tras el enorme éxito que supuso su colaboración en la identidad artística del Hotel REC, con una representación del antiguo REC Comtal que incluía una clavera escondida, unos portales con luces de neón que nos permiten entrar en el mural y el diseño del techo del REC Lounge, Joan Tarragó (Barcelona,1981) ha vuelto a colaborar con Núñez i Navarro. En esta ocasión para el proyecto NN Shutters realizando dos murales en dos persianas de la calle Joanot Martorell, donde Sants se convierte en Hostafrancs: “Son como una especie de portales que nos llevan de nuevo a la naturaleza. Siempre con el agua, la naturaleza y el movimiento como eje de mi obra. De una forma orgánica y muy acuosa que ejerce un fuerte contraste con las líneas rectas y cuadrículas de la gran ciudad. Intento plasmar en mis obras las formas de la naturaleza, sobre todo acuáticas, que observo en los viajes que realizo. Mi estilo también es de planos muy cerrados. Como si fuese una foto macro”.
El resultado fue espectacular. Para él, para nosotros y para los vecinos de Sants, que no dudaban en preguntar y comentar la evolución de su trabajo. “Es lo bonito de pintar en la calle. Poderles explicar qué estás haciendo y por qué. Además, en este proyecto el feedback fue muy positivo. Todos quedamos muy contentos porque esa zona es como un pueblecito, con un fondo ocre y están encantados de recibir arte y color en su barrio”.
Incombustible y sin complejos, Joan Tarragó supo desde siempre que quería dedicarse al mundo del arte. “De pequeño pintaba en cualquier superficie, lo pintaba todo. Hasta en las paredes de mi casa”. Normal que acabase estudiando Bellas Artes. Su formación artística abarca la ilustración, el diseño gráfico y el arte urbano, lo que le da un enfoque muy ecléctico y meticuloso al arte contemporáneo. Además, complementó su conocimiento pintando en las calles “porque la carrera requiere mucho más que asistir solo a clase”.
Pero el endurecimiento de la normativa le hizo probar nuevas formas de creación, como la ilustración, surgida “a raíz de las leyes antigrafiti que se establecieron a nivel europeo en 2006. Las multas por pintar en la calle pasaron de 100€ a 3.000€. Se criminalizó el grafiti de una manera salvaje. Nos obligaba a llevar ya la plantilla hecha desde casa y pintar rápido sin que nos pillasen”. Aunque la legislación sigue vigente, agradece que se haya recuperado la permisividad que hubo en la ciudad a principios de los 2.000. “Pintar en la calle para nosotros es una necesidad. No podemos dejar de hacerlo. En mi caso es algo hasta terapéutico”.
Según afirma Tarragó, el panorama artístico de Barcelona “es brutal. Aquí hay muchísimo talento local. También de fuera. Pero sobre todo local. Ilustración, grafiti, mural… Hay gente con mucho talento y de todas las edades. No solo gente joven. No sé a qué se debe, pero Barcelona es un buen caldo de cultivo para los artistas”. Atento a toda creación artística que se gesta en la ciudad, destaca también el auge de persianas muralizadas. “Hay un renacimiento del grafiti en Barcelona y esa explosión de creatividad está encontrando salida por el cauce legal, que es el de las persianas”. De ahí su reciente colaboración con el proyecto NN Shutters de Núñez i Navarro, que brinda a los artistas del urban art de Barcelona la oportunidad de pintar en su lienzo más preciado, la calle, de una forma controlada y con la voluntad de mejorar el entorno de las personas de un modo fresco y creativo.