Llega a Barcelona 'PANOT', la apuesta definitiva por la movilidad urbana sostenible
Un nuevo cartel promocional viste el escaparate del local ubicado en la planta baja del edificio Illa Augusta de Núñez i Navarro. Se trata de un rótulo que es toda una declaración de intenciones en el que se puede observar un nombre, ‘PANOT’, acompañado del claim ‘the smart mobility’ y un call to action de esos que no dejan indiferente a nadie: “Forma parte de la transformación de las ciudades sin carbono. ¿Te unes al cambio?”.
Este es tan solo un pequeño anticipo de lo que muy pronto se convertirá en uno de los proyectos más innovadores y comprometidos con la movilidad urbana sostenible en Barcelona. Los artífices son Didac Sabaté y Álvaro Ovejero, anteriormente vinculados a proyectos de marketing y del sector industrial y financiero, respectivamente, y que ahora han decidido lanzarse a emprender y arrancar de cero su propio negocio. Hoy charlamos con ellos para descubrir un poco más acerca de PANOT.
Al preguntarles sobre su nueva apuesta profesional descubrimos que se trata de una decisión llena de convicción, integridad y responsabilidad: “Creemos en una nueva cultura de la movilidad urbana. Una cultura basada en ciudades más eficientes, más limpias y saludables. Más sostenibles. Y es por eso que hemos creado PANOT, para ayudar a acelerar un proceso de cambio que ya está en marcha. Aun así, este camino lo tenemos que emprender todos juntos, de la mano. Por eso mismo hacemos una llamada a la acción, para que con el esfuerzo colectivo podamos alcanzar el objetivo de vivir en un mundo mejor y más sostenible”.
Un deseo absolutamente encomiable que tienen intención de perseguir hasta el final, porque, tal como ellos mismos afirman: “a ambos nos mueve saber que podemos formar parte del cambio y contribuir activamente al mismo. Entendemos que podemos aprovechar todo nuestro know how para ayudar a impulsar la nueva cultura de movilidad urbana. Y es que como bien dijo Richard Buckminster <<No intentes cambiar un sistema, construye uno nuevo que haga que el anterior se vuelva obsoleto>>”.
El objetivo que ambos desean alcanzar con este proyecto es claro: “abanderar la transformación de las ciudades sin carbono y aprovechar nuestra fuerza como palanca para generar un impacto positivo en el planeta y en sus ciudadanos. ¿Cuál creemos que es la forma más eficiente para alcanzar este ambicioso objetivo? Sin duda, la consecución de nuestro fin pasa por crear un sentimiento de comunidad, cuya fuerza colectiva pueda superar todos aquellos obstáculos que se presenten en el camino”.
Por supuesto, el nombre de un proyecto tan pensado no ha sido escogido al azar y guarda una buena dosis de simbolismo. Su elección está motivada por la historia misma de las baldosas de la ciudad: “El panot, la flor de cuatro pétalos, icono de la ciudad de Barcelona y que se puede observar en muchas de sus baldosas, fue diseñado a principios del siglo XX, para resolver un problema urbanístico que sufría la ciudad. La lluvia solía convertir en un barrizal todas sus calles, a consecuencia de una mala pavimentación que convirtió a Barcelona en Can Fanga, la casa del barro. Este icono representa para nosotros: innovación, transformación, compromiso y diseño. Y al igual que el panot del siglo XX, nuestro proyecto también tiene el objetivo de resolver un problema urbanístico. En este caso, nuestra misión es reducir la densidad de vehículos motorizados que circulan por nuestras ciudades y que son la principal fuente de contaminación”.
Y es que los datos que ellos mismos han querido reflejar en su cartel de presentación son altamente alarmantes: actualmente las ciudades consumen el 75% de los recursos naturales del mundo, producen la mitad de los deshechos del planeta y generan el 70% de las emisiones de gases efecto invernadero.
Sobre si existe un nivel de conciencia real acerca de la urgencia de llevar a cabo un cambio definitivo hacia una movilidad urbana sostenible, la respuesta de ambos es rotunda: “Ahora sí. Tanto los ciudadanos como las empresas sabemos que es el momento de actuar con determinación. Además, las empresas saben que juegan un papel clave para transformar nuestro futuro, siendo estas agentes de cambio que pueden fomentar una movilidad más sostenible a través de la puesta en marcha de medidas innovadoras. No dudamos en que la sociedad esté concienciada. Eso sí, nosotros queremos ayudar a transformar las palabras en hechos”. Y en este escenario, la smart mobility, tal como nos explican, encabeza el papel de “impulsar elecciones inteligentes de movilidad para impactar en la sociedad”.
El camino hasta alcanzar las ciudades con cero emisiones de carbono, que para algunos puede sonar a utopía, es para ellos una realidad acuciante: “La movilidad sostenible ya no es una moda, sino una necesidad. Este cambio de mentalidad es posible, en parte gracias a la consecución de la Agenda 2030. Estamos viendo que tanto los gobiernos como las empresas están impulsando medidas ambiciosas que ayudan, sin duda, a acelerar el camino hacia las ciudades libres de carbono”.
Para facilitar la reducción de emisiones de carbono, tal como apuntan, también podemos adoptar una serie de cambios a nivel individual: “Cada una de nuestras decisiones individuales tiene un impacto en nuestro planeta. Todos como individuos tenemos el poder de cambiar y la movilidad es un muy buen inicio. Y es que el transporte es responsable de más del 30% de las emisiones de CO2 en la UE, siendo el coche el principal contaminante. Frente a este escenario, la movilidad sostenible es nuestra gran esperanza”.
Un proyecto consecuente en el que todas las piezas del puzle encajan. El edificio Illa Augusta de NN en el que se encuentra su nuevo local, respira eficiencia y sostenibilidad en todos los detalles. De hecho, se trata de un complejo residencial de obra nueva ecoeficiente, diseñado en base a las mejores tecnologías de eficiencia energética del mercado (optimización del agua, rendimiento térmico, arquitectura inteligente...). Porque para los fundadores de PANOT la coherencia entre la ubicación escogida y los valores de su empresa era un aspecto fundamental: “Para nosotros este era un factor clave a la hora de escoger un espacio. La coherencia es uno de nuestros valores más importantes, y todas y cada una de las decisiones que tomamos deben ir encaminadas a generar un impacto positivo. Está claro que, si queremos abanderar la transformación de las ciudades sin carbono, debemos empezar por ser sostenibles en nuestra propia casa”.
De las características del local, la ubicación es una de las que más valoran: “andábamos buscando un espacio en el barrio de Sarrià-Sant Gervasi, ubicado en la zona alta, el quinto distrito de Barcelona y uno de los más verdes de la ciudad y puerta al parque natural de la sierra de Collserola, el pulmón más importante de Barcelona. Por mucho que lo parezca, el cometido no era sencillo, ya que buscábamos un lugar en el que poder transmitir esta nueva cultura de movilidad sostenible. Un espacio vivo y multidisciplinar que nos pudiera servir de showroom, zona de trabajo e incluso, como un lugar de encuentro en el que todos juntos pudiéramos seguir explorando el futuro de la movilidad. Cuando vimos el local de Núñez i Navarro, ambos coincidimos que ese espacio debía ser nuestra flag ship”.
Y añaden: “nos encanta su ubicación. Pero igual de importante es el hecho de poder contar con las mejores tecnologías de eficiencia energética, con una magnífica iluminación natural y con un espacio diáfano que nos va a dar mucho juego a la hora de diseñar un ecosistema flexible y adaptado a las diferentes necesidades del proyecto”.
Tanto Álvaro como Didac llevan más de un año trabajando en el lanzamiento y, aunque tienen muchas ganas de poderlo compartir al completo, todavía nos harán esperar un poco: “Septiembre es la fecha que nos hemos marcado para dar a conocer PANOT”. Y allí estaremos, porque esta es, sin duda, una de esas citas ineludibles que va a cambiar muchas cosas en Barcelona.
Por cierto, ¡Feliz Día Mundial de la Bicicleta!