Barcelona, ciudad de cine (II)
Recientemente realizamos un post llamado Barcelona, ciudad de cine, en el que repasábamos películas de todos los tiempos rodadas y ambientadas en la ciudad. Es decir, las tramas transcurren en Barcelona. Hoy queremos centrarnos en producciones que han aprovechado localizaciones barcelonesas para representar otros lugares. Algunos de estos ejemplos son: El Perfume, El Maquinista o 23F: el día más difícil del Rey.
Aunque El Perfume está ambientada en la Francia del siglo XVIII, parte del filme se rodó en las calles del Barrio Gótico. Según su director, Tom Tykwer, Barcelona, junto con Girona, “han guardado mejor la esencia de la arquitectura de esa época”. Por eso escogieron lugares como la plaza de la Mercè, la Plaza Mayor del Poble Espanyol, la plaza Sant Felip Neri, o el parque del Laberinto de Horta.
El caso más llamativo es el de El Maquinista, película ambientada en una ciudad indeterminada de la Costa Oeste norteamericana. Dirigida y protagonizada por americanos, fue rodada en Barcelona, El Prat y Sant Adrià de Besòs, ya que es una producción española. De todas las localizaciones, la más sorprendente es el Tibidabo, que resulta irreconocible al estar integrado en una cinta, aparentemente, extranjera.
Otras ciudades que ha llegado a representar Barcelona en la gran pantalla son Hamburgo y La Habana en El Viaje de los Malditos, película de 1976 que narra el viaje desesperado que realizó en 1939 un buque lleno de refugiados judíos que huían del horror de la Alemania nazi. El puerto de Barcelona se utilizó para simular los muelles de salida y llegada del barco a Hamburgo, mientras que las calles de Ciutat Vella sirvieron para ambientar la Habana Vieja. Algo parecido sucedió con Estambul 65, para la que, además de filmar en la citada ciudad turca, también se rodaron escenas en los soportales de la Plaza Real, los Pabellones de la Finca Güell o la carretera de curvas del Garraf.
Si ya cuesta reconocer los exteriores cuando la trama de la película está ambientada en otra ciudad, más difícil resulta identificar un lugar cuando se trata de una decoración interior. Un claro ejemplo es el Hotel Granvía, convertido durante unos días en el Palacio de la Zarzuela de Madrid, ya que en su lobby y su escalera principal se filmaron algunas de las escenas de 23F: El día más difícil del Rey, la TV-Movie sobre el Golpe de Estado de 1981 narrada desde la óptica del monarca. No es el único ejemplo de película rodada en este antiguo palacete del siglo XIX. Inconscientes (2004), La Silla (2006) y 11-11-11 (2011) son algunas de las producciones que han aprovechado la espectacular arquitectura y decoración del hotel para rodar escenas allí.
Sea con interiores de edificios históricos como el Granvía, o con los exteriores que conserva una ciudad de 2.000 años de historia, Barcelona sigue siendo una ciudad de cine.