Txell Jubany, gestora cultural: “La Rotonda no te puede dejar indiferente”
La gestora cultural Txell Jubany (Mataró, 1973), de Espais amb Història, experta en divulgación y dinamización del patrimonio arquitectónico, ha trabajado en la creación de contenido para dar a conocer la rehabilitación de La Rotonda, puso palabras a la visita para prensa que el icono modernista recibió el pasado julio, e ilustró a los casi 6.000 asistentes a las jornadas de puertas abiertas que la emblemática torre Andreu acogió a finales de octubre.
Es licenciada en Derecho por la Universidad Abat Oliba CEU, posgraduada en Derechos de Autor y Propiedad Intelectual por la UPF y máster en Gestión Cultural por la UB. Ha sido técnica de gestión de derechos de autor en CEDRO, coordinadora de proyectos en la cooperativa Cultura i Comerç, responsable de atención a los socios y comunicación en la Asociación de Profesionales de la Gestión Cultural de Cataluña, y colaboradora en Cases Singulars.
¿Qué papel crees que ocupa el edificio de La Rotonda en la memoria colectiva?
Tras el largo proceso de recuperación y de rehabilitación del edificio, La Rotonda vuelve a formar parte de la memoria colectiva del barrio de Sant Gervasi y de Barcelona como legado arquitectónico e histórico de la Barcelona esplendorosa del siglo XIX. La nueva imagen del edificio, que recupera buena parte de las fachadas y del templete originales, será nuevamente icono del barrio y un atractivo turístico para los visitantes.
¿En qué ha consistido tu colaboración en el proyecto de rehabilitación?
En actualizar y ampliar las fuentes de información y el fondo documental que tiene el Grupo Núñez y Navarro respecto a la historia y los orígenes del edificio desde principios del siglo XX hasta la actualidad.
¿Si tuvieses que destacar tres hitos derivados de la restauración del edificio cuáles serían?
En primer lugar, La Rotonda pasará a ser un icono patrimonial del barrio que atraiga la mirada tanto de barceloneses como de turistas. También hay que destacar que tras el proceso de recuperación, la torre Andreu tendrá vida con los nuevos usos comerciales y con empresas que valoren el hecho de instalarse en un edificio con tanta historia. Y finalmente, que todo aquel que esté podrá consultar la transformación de un lugar tan emblemático en la web de rehabilitación de Núñez y Navarro.
¿Qué crees que supone para Barcelona la recuperación de este patrimonio?
Principalmente, poner en valor las artes aplicadas típicamente modernistas, reflejadas en las fachadas y en el templete con los mosaicos recuperados que realizó en su día el artista Lluís Bru.
También el embellecimiento de las calles Avenida del Tibidabo y Paseo de Sant Gervasi, que se convierten, de nuevo, en los límites del Eixample, en la falda de la montaña del Tibidabo. Son la puerta del Tibidabo y de la ciudad.
¿Qué hace a este edificio especial?
Principalmente, su ubicación, como he dicho anteriormente, en una manzana estratégica ya a principios del siglo XX, como limitación del barrio del Eixample y puerta de entrada a la zona alta de la ciudad. Es como un gran mirador.
También lo hace especial, sin duda, el trabajo artístico y artesanal de las fachadas y del templete, de estilo marcadamente modernista y recientemente restaurado.
¿Qué impacto crees que recibe la gente al ver de nuevo el edificio después de su recuperación?
Pienso que no te puede dejar indiferente. La imagen que tienes del chaflán de La Rotonda y de su templete, justo cuando subes por las escaleras de los FGC en la plaza Kennedy, es fotográficamente espectacular. La majestuosidad de la cúpula y el brillo de la cerámica no te pueden pasar desapercibidas.
¿Cuál crees que será el papel del edificio?
Después de los diferentes usos que ha tenido La Rotonda a lo largo de su historia, y que desgraciadamente ocasionaron la desaparición de los elementos arquitectónicos originales de sus interiores, en un futuro próximo se convertirá en una pieza clave del barrio. Sus oficinas, locales comerciales y parkings amplían la oferta ya existente y dinamizan el entorno.
