Dani Bermúdez y Fidel de Tovar: “Estamos muy contentos de haber llevado el estilo manga a las calles de Barcelona”
Dani Bermúdez y Fidel de Tovar son un equipo creativo conocido por sus trabajos de estilo manga. En el sector del cómic saltaron a la fama gracias a su obra Arashiyama, con la que ganaron el premio al Mejor Manga Nacional del Salón del Cómic de Barcelona. Su siguiente trabajo, Liquid Memories, obtuvo el mismo galardón un año después, siendo los únicos autores en ganar el premio dos años consecutivos.
Dani piensa que su compañero Fidel es “la clara definición de disciplina, inspiración y pasión”. Por su parte, Fidel está convencido de que Dani es “un corredor de fondo que escucha con atención, ávido por continuar aprendiendo y con una sensibilidad muy desarrollada que le permite, no solo plasmar en tinta el mundo que creamos, sino de insuflarle vida”.
Lo que está claro es que juntos forman un tándem perfecto que rebosa talento y que no duda en salir de su zona de confort para crear obras tan espectaculares como la que encontramos en el muro de obra NN de Diputació, 420. Un mural de gran formato que han diseñado para NN Wallery y en el que han dejado plasmada su propia idea de Barcelona.
Cómo empieza vuestra historia...
Hace más de 12 años que nos conocemos y aunque por aquel entonces Dani ya dibujada y Fidel ya escribía; tardamos más de nueve años en ponernos a trabajar juntos.
Todo empezó en un viaje al festival de cómic de Angoûleme que hicimos juntos. Durante las siete horas de trayecto en coche surgió la semilla de lo que sería nuestro segundo cómic publicado juntos. Pero, lo que es más importante, surgieron las bases de nuestro equipo de trabajo.
Podríamos decir que tardamos en darnos cuenta que debíamos trabajar juntos, pero que cuando empezamos a hacerlo, la comunicación entre ambos era tan fluida que el proceso creativo se simplificó mucho.
Como equipo creativo, ¿qué aporta cada uno en cada proyecto?
Fidel es la mente que siempre tiene algo en el caldero. Él se encarga del diseño gráfico y de él suelen surgir las ideas con las que luego trabajamos. Como su formación incluye la fotografía documental, es capaz de transmitirme visualmente lo que piensa.
Dani no solo produce y da color a la obra final sino que enriquece los conceptos iniciales aportando nuevos enfoques y conceptos que insuflan verdadera vida a las obras.
Cuando recibisteis el encargo del mural para NN Wallery? ¿Qué os pareció la idea?
Nos llegó a través de Norma Editorial y nos sorprendió tanto, como increíble nos pareció la iniciativa. Pensamos: Llevar el mundo del cómic y la ilustración a pie de calle, dar una pincelada de color a la ciudad y convertirla en una especie de museo al aire libre, ¿no es maravilloso?
¿Cómo habéis representado Barcelona en Diputación 420? ¿Qué elementos forman la composición?
Nuestra ilustración presenta un grupo de niños sobre las conocidas baldosas de Passeig de Gràcia pintando los edificios más significativos del skyline de Barcelona. Un poco lo que nosotros mismos estábamos haciendo con la obra.
La idea era expresar el impacto de la arquitectura en las vidas de quienes viven en la ciudad y, al mismo tiempo, cómo la arquitectura se redefine y reinterpreta por los ojos de quienes la miran. Nos pareció que representar este concepto con unos niños pintando a tiza los edificios más representativos de la ciudad en el suelo diseñado por Gaudí expresaba bien la idea.
Además, introdujimos elementos que definieran a la ciudad como la multiculturalidad y la mezcla de tradición y modernidad de sus construcciones. Añadimos algo de la magia de la ciudad acompañando a los niños de unos pequeños monstruos con aspecto inspirado en la arquitectura de la Ciudad Condal.
¿Qué habéis aportado cada uno en el proyecto?
Fidel se ha encargado del concepto general y de la creatividad y Dani lo ha plasmado todo en la imagen añadiendo la idea de ese toque mágico que dan los “monstruos” de Barcelona que acompañan a los niños.
Juntos habéis dado vida a las obras de estilo manga “Arashiyama”, con la que ganasteis el premio al Mejor Manga Nacional del Salón del Cómic de Barcelona y “Liquid Memories”, con la que obtuvisteis por segundo año consecutivo el mismo galardón, ¿cómo incorporáis este estilo tan vuestro a una obra de gran formato?
Desde que Norma Editorial nos propuso para este proyecto teníamos claro que queríamos contar una historia con la imagen. No limitarnos a crear una imagen. La narración en viñetas es lo que nos gusta. En un cómic o manga, por supuesto, tienes muchas más viñetas para contar la historia de tus personajes, pero como autores tenemos que ser capaces de explicar una historia en cada viñeta. En esta ocasión se podría decir que mezclamos la magia de los niños y la fantasía de “Arashiyama” con el entorno urbano de “Liquid Memories”.
¿Cómo fue el proceso creativo del mural?
Primero barajamos varias ideas que cumplieran con las dos directrices que nos habían dado. Terminamos eligiendo esta porque creímos que en ella se podía ver bien representado lo que hacemos juntos. Además, cuando Dani propuso añadir los “monstruitos de Barcelona”, no dudamos en que esta debía ser nuestra imagen final.
Una vez aprobado el concepto, elegimos las construcciones barceloninas que los niños podían sintetizar con tiza y que aún así fueran reconocibles. La idea era mostrar que los niños son la fuerza que da vida a la ciudad. Aunque los edificios estuvieran en ella antes que ellos nacieran y que seguramente sigan ahí mucho tiempo después de que ellos no estén, sin su mirada la ciudad no tendría vida. Con el dibujo terminado en formato digital, fue NN quien se encargó de la plasmación en la pared.
Del comic al urban art ¿cómo valoráis la experiencia? ¿Qué es lo que más os ha sorprendido del proyecto?
La experiencia ha sido muy buena. Las historias, sean en el formato cómic o en una pared, se introducen en la vida de las personas para mostrar otras realidades, otros puntos de vista.
Nos gustó mucho la idea de transformar en una instalación artística el muro que protege las obras de construcción de un edificio. Al fin y al cabo, ese muro conviviría con el barrio mientras durase la obra y era una oportunidad para hacer que los vecinos lo pudieran sentir un poco suyo, de contarles una historia y, quien sabe, tal vez sacarles una sonrisa.
¿Qué se siente al ver vuestro trabajo en gran formato?
Pasear por la ciudad y ver que una creación tuya ha pasado a formar parte de la ciudad, aunque sea de manera temporal, es muy impresionante. Nos sorprendió mucho también el detalle de la reproducción a semejante tamaño. Aunque no nos importaría que estuviera ahí un poco más de tiempo o que de algún modo acabara formando parte del interior del edificio al que dará paso; nosotros concebimos la ciudad como un ser vivo en constante transformación. Nos alegra poder formar parte de la ciudad aunque solo sea durante un momento.
¿NN Wallery cumple su misión del mejorar el entorno de las personas?
Sin lugar a dudas dar color a la ciudad siempre aporta. Como hemos comentado, transformar en una instalación artística algo como un muro, que no deja de ser una barrera de acceso a un espacio, le da un significado a ese muro más allá de lo meramente funcional. Crea expectación, genera un tema de conversación entre los vecinos y transeúntes y tiene un impacto en sus vidas. Además, integra la nueva construcción en el barrio antes incluso de estar terminada.
Nosotros estamos muy contentos de haber llevado el estilo manga a las calles de Barcelona y de tener un impacto en la vida de la ciudad mientras dure la instalación.
¿Habéis cambiado vuestra percepción del urban art tras participar en el proyecto?
Para los urbanitas que llevamos dentro, el urban Art es imprescindible en las ciudades. Es la manera de transformarlas temporalmente, de insuflarles vida y llenarlas de color. Por suerte obras de artistas como Okuda San Miguel, Mina Hamada o Pez Barcelona han hecho mucho en popularizarlo. Así que por si no quedaba claro: no nos importaría repetir la oportunidad de dar color a la ciudad.
¿Cómo definiriais Barcelona?
Barcelona es fusión, color, alegría y diferencia. Es una ciudad con una personalidad única. Y no lo decimos porque hayamos crecido en ella o por utilizar el tópico, sino porque hasta donde hemos llegado en nuestros viajes, no hemos sido capaces de encontrar una ciudad con una personalidad similar.
Para vosotros, ¿Barcelona es una ciudad que aprecia el arte en general? ¿Y el urban art?
El arte es una seña de identidad de Barcelona. Por algo floreció el modernismo y el noucentismo en ella. No tenemos duda que el urban art, que hasta ahora se concentraba en unas pocas ubicaciones, está encontrando su espacio. Propuestas como la de NN se suman a los murales de Mina Hamada, Keith Haring y a las fachadas de las startups de Poblenou y dan vida y color a una ciudad que necesita el arte para mantener su identidad.
Y, por último, ¿algún proyecto que podáis contarnos?
Tenemos varios proyectos en desarrollo. De momento del que podemos hablar es de nuestro próximo cómic juntos. Después de adentrarnos en el bosque de bambú de “Arashiyama” y en las calles del Londres de “Liquid Memories”, pasearemos por… Barcelona. Y como no podía ser de otra manera, en ella la arquitectura cumplirá un papel de vital importancia. ¡Esperamos poderos contar más en breve!
¡Te invitamos a descubrir todas las obras de NN Wallery en nuestra web!