Barcelona también se lee (I)
Ya desde Cervantes, la ciudad condal ha sido uno de los escenarios escogidos por grandes clásicos de la literatura de nuestro país para ambientar parte o la totalidad de sus historias. Más allá de la ubicación espacial de un argumento, la ambientación que lograron de plazas, calles y rincones fue tan precisa y a la vez tan evocadora que esos lugares todavía perduran en nuestra memoria. Esas imágenes literarias nos llevan a buscar con la mirada la librería Senpere e Hijos al pasar por la calle Santa Ana, a intentar identificar al detective Pepe Carvalho dentro del paisaje urbano del Raval o a pensar en la convulsa vida de la Colometa cuando paseamos por Gràcia.
Esta semana iniciamos una serie de varios posts sobre literatura ambientada en Barcelona que, además de entretenernos con la trama, nos retratan el pasado de nuestros barrios. Si te gusta Barcelona, te gusta la historia y te gusta leer, estos libros te encantarán.
Miguel de Cervantes: Don Quijote de la Mancha
El primero de la lista, cronológicamente hablando y, quizás, el más llamativo. Si todavía no has leído Don Quijote de la Mancha, debes saber que el caballero de la triste figura llega a Barcelona, donde durante seis capítulos sufre toda clase de equívocos, desventuras e historias que le llevarán a un duelo final contra el caballero de la Blanca Luna, en lo que hoy sería la playa de la Barceloneta. La descripción que el genio alcalaíno hace de la ciudad no es demasiado precisa, más allá de definirla como “la flor más bella de las ciudades del mundo”. Teniendo en cuenta lo minucioso que podía llegar a ser el manco de Lepanto en sus descripciones, los estudiosos de su obra defienden que el paso de Cervantes por Barcelona fue breve y testimonial. Aun así, la visión de la ciudad debió impactarle tanto como para utilizar Barcelona dentro sus Novelas Ejemplares. En Las dos Doncellas se narra el viaje de dos mujeres, que sin saberlo, van a Barcelona en busca del mismo hombre, que las ha abandonado a ambas.
Santiago Rusiñol: L’Auca del senyor Esteve
De la Barcelona renacentista que se vislumbra en el Quijote damos un salto hasta la de los menestrales del Barrio de la Ribera, en el que cientos de comerciantes y artesanos conforman una pequeña burguesía a base de trabajo y esfuerzo. Allí se encuentra La Puntual, una mercería familiar regentada por el señor Esteve primero, y años más tarde por su hijo, Estevet. El futuro de la tienda se ve comprometido a causa de los anhelos artísticos de Ramonet, el siguiente heredero del negocio, que se niega a continuar la tradición familiar para ser escultor. Típico exponente del Modernismo, la obra maestra de Rusiñol retrata a la perfección la dicotomía entre el orden, la rectitud y el pragmatismo de una sociedad burguesa y los anhelos bohemios e idealistas que representa el Modernismo
Carmen Laforet: Nada
El odio experimentado por la gran mayoría de estudiantes de secundaria hacia esta novela, por ser de lectura obligatoria para el examen de Selectividad, nos impidió descubrir una historia asfixiante que captura al lector. Nada cuenta la historia de Andrea, una estudiante de provincias que se traslada a la Barcelona de la posguerra para ir la Universidad. Desde el piso de su abuela en la calle Aribau, Andrea es testigo de la descomposición de la burguesía catalana tras la finalización de la Guerra Civil.
Mercè Rodoreda: La plaza del Diamante
Otro punto de vista de la Barcelona de posguerra lo encontramos en La Plaza del Diamante, obra maestra de Mercè Rodoreda ambientada en el barrio de Gràcia. Allí vive Natalia, la Colometa, una joven tímida e ingenua que conoce al hombre que cambiará su vida en un entoldado de la Plaza del Diamante durante las fiestas de Gràcia. A través de sus calles iremos siguiendo la complicada lucha de Colometa por salir adelante en un mundo de hombres.
Jaume Cabré: Señoría
Escrita en catalán y traducida al castellano, Jaume Cabré ambienta esta historia en 1799, con una novela de intriga que recorre la Barcelona aristocrática del momento. Con la Revolución Francesa ya consolidada y sus efectos extendiéndose por el viejo continente con el cambio de siglo, Cabré presenta una serie de personajes tan complejos como creíbles. Corrupción, poder, justicia y pasiones humanas son los principales ingredientes de una novela en la que un joven poeta es acusado del asesinato de una cantante francesa, hecho que conmociona a la alta sociedad barcelonesa y que debe ser resuelto por don Rafael Massó, regente civil de la Real Audiencia de Barcelona.
Hemos empezado con cinco libros, pero vendrán mucho más que mostrarán una Barcelona que, como dice la canción, “de par en par a todos les abre su corazón, sin excepción de raza ni de color (…) Barcelona tiene poder”.