Sandra Modregó: “A través de Le Corps quiero transmitir la idea de que todos los cuerpos son bellos intrínsecamente"
Cuerpos naturales y libres. Así define la joven artista Sandra Modregó la esencia de su obra a la que ha llamado, precisamente, Le corps. Y es que sus pinturas ponen en el centro la figura humana con el fin de ensalzar la belleza real de cada cuerpo. Y va más allá. Intenta romper los esquemas mentales proponiendo al espectador una nueva lectura sobre los estereotipos sociales de lo que se entiende como el cuerpo “perfecto” y los complejos. La artista catalana es uno de los talentos que participa en el ciclo de exposiciones Below Thirty, que realiza Seventy Barcelona, acogiendo cada 15 días a artistas menores de 30 años, para exponer sus obras y dar a conocer su pasión por el mundo del arte. Su obra estará expuesta en el espacio The Attik hasta el próximo día 11 de diciembre.
¿En qué momento tuviste claro que querías dedicarte a la pintura? ¿Podrías hablarnos un poco de los orígenes?
Yo creo que siempre lo he tenido claro porque desde que tengo uso de razón siempre he estado dibujando o pintando. Pero hubo un punto en mi vida en el que no le di la suficiente importancia y decidí probar con otra carrera, a la que también me dedico actualmente en paralelo. Estudié dirección y administración de empresas, y al acabar la carrera me di cuenta que quería enfocarme a la gestión de empresas culturales. La pasión me llamaba. Ahora llevo una "doble vida" trabajando en el departamento de mecenazgo de una institución cultural barcelonesa y pintando siempre que puedo. Pero desde siempre lo supe, nunca he dejado de pintar y dibujar, aunque no lo mostraba. Y en ese momento, un amigo vio mis obras y me dijo “¿por qué no hacemos algo y montamos una exposición?” Y a partir de allí ya todo ha sido increíble. Montamos una exposición en Madrid con Carmen de Dust&Soul y comisariada por Juan Moreno y fue increíble.
¿Cómo fue ese momento en el que todo empieza a tomar sentido, en el que la gente se interesa por tu obra?
Alucinante. Realmente no te lo acabas de creer, estás en una nube. Es increíble pensar que a alguien que no conoces de nada le gusta tu arte, le gusta tu obra y se interesa por lo que haces. Y más allá, es algo tan personal y que lo haces tan tuyo que al final es como un hijo. A veces incluso me han preguntado “oye, ¿y no te da pena desprenderte de algunas obras?”, pero la verdad es que nunca lo he visto así, resulta tan abrumador que a alguien le guste tu obra, que se interesa por ti y que quiere tener en su casa un trocito de tu arte.
Porque antes ¿pintabas para ti o hacías algún tipo de acción con tus pinturas?
No, sobre todo pintaba para mí. Quizás regalaba a amigos algunos dibujos de retrato o así, pero siempre para uso particular, también para decorar mi casa o para cuatro cosas más. Y con un estilo bastante variado, porque al final me gusta mucho probar cosas. Ahora sí que me he definido mucho con Le Corps, pero aun así me gusta mucho probar cosas. De hecho ahora estoy pensando en darle una vuelta e introducir otros tipos de técnicas o alguna novedad para darle un poco de consistencia, por cambiar y progresar.
Háblanos también un poco sobre tu obra Le Corps, ¿cómo la definirías?
Le Corps nació porque actualmente la sociedad te invita a tener, constantemente, múltiples formas de insatisfacción con tu propio cuerpo. Y justamente a través de Le Corps quiero transmitir la idea de que todos los cuerpos son bellos intrínsecamente, que la belleza no reside en un tamaño o en una medida. Todo es bonito, todo es bello y es bello porque naturalmente lo es. La idea es que todo el mundo pueda ver que todos los cuerpos son bellos.
¿Cuáles son tus referentes o tus influencias a la hora de pintar?
La verdad es que me inspiro un poco en todo. Me puedo inspirar en un movimiento, de repente sacando la cámara, fotos con el móvil, haciendo la foto del movimiento y a partir de aquí pensar una temática diferente o darle un movimiento. Y a veces me pasa que hay cuadros que están inspirados en personas que están en un restaurante. Instagram también me ayuda mucho a pensar en posturas. Hay algunos blogs y algunas cuentas que son muy interesantes, y que versan justamente sobre la idea de transmitir que todos los cuerpos son perfectos.
Por lo tanto, mucho en la fotografía, ¿no?
Sí, mucho en la fotografía y luego en los gestos de las personas al natural. Por otro lado también tengo referentes a nivel artístico que me gustan mucho, como podrían ser: Matisse, Picasso, también me gusta mucho Christiane Spangsberg, que es una artista contemporánea… No sé, miro un poco lo que se hace en todas partes, porque aparte de ser artista, me encanta el arte.
Retratas los cuerpos pero nunca las caras o las cabezas de las mujeres, ¿por qué? Supongo que es un poco para despersonificarlas y que el mensaje sea el que quieres dar.
Totalmente. La idea es que todo el mundo puede ser ese cuerpo y que justamente todos los cuerpos pueden ser para todo el mundo. Entonces la idea es esta, despersonificar y generalizar el desnudo.
Y ¿por qué siempre utilizas el azul y el blanco?
El blanco es una reserva. El blanco no es color blanco, es la misma hoja o lienzo. Y el azul, lo uso primero porque, no te voy a engañar, es uno de mis colores favoritos y me encanta en concreto ese tono de azul, pero también porque es el azul que representa la libertad y la paz. Entonces la idea es que esos cuerpos estén siempre envueltos en libertad y en paz para intensificar el mensaje de que justamente son libres, están contentos, están felices.
¿Tienes pensado cambiar de color o seguirás con el azul?
En principio mantendré el azul, a no ser que haga series específicas como ya hice el año pasado con Dust&Soul. Hicimos una serie que era “El parchís” y entonces hice uno azul, uno rojo, uno amarillo y uno verde, pero eso fue una serie limitada. Lo que sí que he hecho ahora es toda una serie también para Dust&Soul para este invierno de pinturas en blanco y negro.
¿Y cómo se interpola la rutina a la hora de pintar el cuadro? ¿A la hora de hacerlo sabes más o menos lo que vas a hacer? ¿Cómo es ese proceso?
Hay dos maneras. Está el día que me inspiro y me lanzo a pintar sin parar. Y entonces me dejo llevar y me pongo a hacer y a hacer. Y normalmente de esas sesiones pueden salir 10 obras de las cuales 1 o 2 están bien, y el resto las guardo por si más adelante me inspiran. Después está el día que digo: vale, después de haber hecho un gran estudio, de sacar ideas de fotos, de pensar cuánta cantidad quería hacer de cada cosa, de hacer bocetos, rebocetos, hasta que no tiene nada que ver una cosa con la otra, entonces parto de las cosas que están ya establecidas, ya se los tamaños, las formas, ya sé todo. Normalmente siempre trabajo de esta forma y la combino con parte de inspiración total, porque también me gusta dejarme llevar. Siempre hay una parte muy estudiada y otra de "que salga lo que siento en ese momento”.
¿Y cuánto tiempo puede durar más o menos este proceso?
Varía bastante. Hay temporadas en las que puedo estar pensando qué voy a hacer durante varios meses… Yo diría que la preproducción es lo que toma más tiempo sin duda. Luego, puedo producir una obra en un día, pero me puedo pasar dos meses pensando qué obras voy a hacer. Es complicado pero yo disfruto muchísimo porque no paro de pensar y aunque no esté haciéndolo todo el rato en mi día a día no paro de darle vueltas y todo se convierte en inspiración: un movimiento en la calle, entrar en un café y ver como una mujer está en la terraza fumándose un cigarro o un hombre trabajando.
Además de Le Corps has hecho otra colección exclusivamente masculina, L’Homme, ¿en qué momento decidiste que también tenías que pintarlos a ellos?
Siempre. Nunca he querido hacer solo mujeres o hacer solo hombres. Yo parto del concepto de igualdad de género justamente y la libertad de los dos cuerpos. Creo que los estereotipos sociales afectan a ambos. Igual sí que las mujeres estamos más expuestas porque comercialmente somos un foco más fuerte. Pero tampoco quería dejar de lado al género masculino. Eso en ningún caso. Siempre planteé Le Corps como los dos sexos.
Hablamos ahora de la propuesta que ofreces en Seventy, ¿qué se encontrará la gente que pase a ver la exposición?
En esta exposición presento 4 obras de gran formato, de 1x1,20 metros. Esta muestra se llama “Le femme a la plage en hiver” y la idea es que el centro de la obra sean los cuerpos desnudos de unas mujeres que están en un escenario que es la playa. Mi fuente de inspiración han sido los paseos de invierno en las playas del sur de Francia, más concretamente los paisajes de la costa vasca francesa. Esos paseos matutinos que haces para realmente relajarte y en los que ves como rompen las olas, que te relajas mirando el océano, que llega el viento y te mueve el pelo. Es el escenario perfecto para mostrar cuán relajada está la mujer, cuán tranquila y segura está ella, y mostrar esos cuerpos que justamente son bellos, naturales, se sienten libres y sobre todo son felices.
Para terminar, ¿nos puedes avanzar los próximos proyectos o ideas que ya tengas en mente de cara al nuevo año?
Me parece que tendréis que esperar a junio de 2020 para descubrirlo.