Margalef: “El arte urbano nos descubre nuevos espacios, nos los presenta bajo una mirada diferente y, muchas veces, llena las carencias que tiene la ciudad”
Margalef es un arquitecto y diseñador de Barcelona, especialista en creaciones efímeras y proyectos artísticos que combinan las artes plásticas y la arquitectura. La cultura del arte urbano y el arte abstracto minimalista son las grandes fuentes de inspiración de las que bebe para crear propuestas impactantes e intervenciones que discurren, mayoritariamente, en un contexto arquitectónico. Sus obras se preguntan a menudo por los retos sociales y urbanos que debemos afrontar, porque Margalef sabe perfectamente cómo establecer un diálogo con la calle y captar cómo se vive cada espacio.
En Sardenya, 68 el arquitecto catalán nos invita a descubrir “albada”, su aportación al proyecto NN Shutters de arte urbano impulsado por Núñez i Navarro. Un diseño abstracto que busca reproducir los tonos claros y deslumbrantes de la luz del Sol al inicio del día; cuando la refracción de los rayos motiva que veamos luz antes de que el astro haya salido.
Margalef, explícanos, ¿Cómo deriva la arquitectura en una vocación artística?
La arquitectura es una especialidad artística en sí, confluyen conceptos, teorías, historia, e influencias relacionadas con el arte. También es una especialidad técnica, cierto. Si te centras en una de las dos vertientes puedes enfocarlo con otro punto de vista, sin ciertas limitaciones, y los resultados muchas veces te pueden llegar a sorprender.
En cada una de tus obras, ¿Qué intentas transmitir?
Intento buscar la esencia del lugar o del espacio, en función de sus características, su valor patrimonial, o su contexto. Y traducir o plasmar estas reflexiones en un lenguaje plástico que tenga en cuenta el grado de incidencia que debe tener la intervención respecto lo existente.
Gran parte de tus obras son efímeras. ¿Por qué? ¿Te encuentras en la línea del arte líquido de Bauman?
Es un planteamiento que va ligado a la función que tendrá la intervención o al margen de tiempo que te permiten exhibir una instalación. Si se disfrutará solo unas horas o unos días, no tiene sentido plantearlo de una manera convencional, sino que hay que enfocarlo con parámetros de eficiencia, de sostenibilidad y de recursos. Es una postura asumida.
¿El arte ha de ser ser críptico y abierto o ha de tener una interpretación o interpelación clara?
Ambas fórmulas son válidas; normalmente el artista busca el grado de definición que quiere ofrecer en cada obra o en su trayectoria, y esto lo define después. Personalmente me gusta realizar (y consumir) aquel arte que combina las dos opciones: una más clara, popular, o local, que interpele al espectador común; junto con otra más personal, muchas veces con una reflexión más profunda, que busca seducir a un público más concreto.
¿Cuál ha sido la aportación en este proyecto?
Lo interesante del proyecto es poder formar parte de una colección de artistas con talento que trabajan en un proyecto común, bajo una curadoría cuidadosa y buscando generar un proyecto sólido enfocado en el arte urbano de la ciudad.
¿Qué intenta transmitir la persiana de la calle Sardenya?
Es una superficie pequeña enmarcada en una fachada larga, donde ahora mismo no se encuentra ninguna actividad; por lo tanto, predomina una sensación de tráfico peatonal y de tráfico de vehículos. La intervención sobre la persiana busca reflejar este dinamismo continuo de entidades urbanas.
Y durante la elaboración del mural, ¿Qué feedback recibiste por parte de los vecinos?
El público suele ser muy curioso con todo aquello artístico que sucede a su entorno, y no duda en preguntar el qué y el cómo de las cosas. Muchos de ellos transmiten cierta gratitud y energía, otros se preguntan qué pondrán en el nuevo local.
Desde tu perspectiva, ¿Cómo se ve el arte urbano en Barcelona?
Se ha hecho muy buen trabajo en los últimos años y ahora mismo tenemos una oferta de estilos y técnicas muy amplia dentro del panorama barcelonés. Tenemos propuestas más gráficas, otras más reivindicativas, y otras que buscan ser innovadoras. Y se ha conseguido un grado de aceptación por parte de la ciudadanía, que siempre es importante.
El arte urbano, a priori, es más plural e inclusivo, tanto para el propio artista como para el espectador. Nos descubre nuevos espacios, nos los presenta bajo una mirada diferente y, muchas veces, llena las carencias que tiene la ciudad.
¿Crees que hay suficiente apoyo para potenciar esta modalidad de arte?
Barcelona siempre ha sido una ciudad vital y constantemente surgen iniciativas que favorecen el arte urbano o el arte en la calle. Lo que pasa a menudo es que estas no perduran en el tiempo (o bien no se pueden sostener económicamente, o bien no reciben un apoyo claro y decidido por parte de los impulsores) y no se crea músculo suficiente para sostener una generación de artistas punteros o favorecer la consolidación otros. A pesar de todo, la ciudad y sus artistas se reinventan constantemente para hacer llegar al público la creatividad latente.
Puedes ver el vídeo del proceso de creación de la obra aquí.
