La personalización al servicio de una estancia inolvidable en Seventy Barcelona
La consecución de la Llave MICHELIN ha sido un hito significativo para el equipo de Seventy Barcelona que evidencia el compromiso con la excelencia en el servicio prestado. Este galardón celebra el esfuerzo constante de un equipo dinámico que destaca por anticiparse a las necesidades que los huéspedes puedan tener durante su estancia. La prioridad es que todos los clientes se sientan como en casa con un enfoque personalizado que va más allá del típico servicio al que los clientes están acostumbrados. Además, la ubicación de esta guest house mediterránea en Barcelona y sus espacios exclusivos proporcionan una gran ventaja competitiva que hace que se distinga notablemente del resto de establecimientos. Hablamos con Fanny Le Brusq, Front of House Manager de Seventy Barcelona, para conocer el impacto que ha tenido este reconocimiento que comparte con tan solo 100 establecimientos más en toda la geografía española, discutimos sobre la importancia de la personalización en las estancias y cómo puede variar la atención al cliente dependiendo de sus lugares de procedencia o del motivo de su viaje y entramos en detalle de cómo los diferentes espacios de Seventy juegan un papel fundamental para que la satisfacción global del cliente sea la máxima y antes de irse ya estén pensando en volver.
Un novedoso galardón
La Guía MICHELIN ha estrenado este año una nueva distinción conocida como la Llave MICHELIN que reconoce a los establecimientos hoteleros más destacados del mundo entre los que se encuentra Seventy Barcelona. Este reconocimiento distingue su excelencia, elevan el arte de la hostelería al más alto nivel y contribuyen a crear experiencias únicas. La selección de los premiados se basa en cinco criterios: cómo el establecimiento contribuye a la experiencia local de los huéspedes; la excelencia en la arquitectura del espacio y su diseño de interiores; la calidad y coherencia del servicio, confort y mantenimiento de las instalaciones; la individualidad, el reflejo de personalidad y autenticidad y, por último, la capacidad para ofrecer una experiencia extraordinaria al precio adecuado. La Llave se entrega con tres objetivos: orientar a los viajeros hacia alojamientos con un carácter único que ofrezcan mucho más que una habitación para una noche; prolongar una experiencia gastronómica con una estancia memorable y permitir a los viajeros comparar establecimientos y elegir en base a sus gustos personales. “Es un verdadero orgullo recibir un reconocimiento como la Llave MICHELIN porque se reconoce el trabajo constante que hacemos por satisfacer las necesidades de unos clientes que depositan en nosotros toda su confianza para momentos especiales como aniversarios, lunas de miel o viajes de ocio. El equipo de Seventy Barcelona pone mucho esfuerzo en ser cercano y en hacer sentir como en casa a sus huéspedes, atendiendo todas las dudas que les puedan surgir. Esta distinción es fruto del trabajo bien hecho. Una motivación que nos sirve para seguir hacia delante”, declara Fanny Le Brusq.
La importancia de causar una buena primera impresión
El trabajo diferenciador de Seventy Barcelona comienza mucho antes de que el cliente entre por la puerta del vestíbulo con el objetivo de conocerle mejor. Desde que los huéspedes finalizan su reserva, se les manda un correo electrónico para anticipar las necesidades que puedan tener, conocer su perfil y saber cuál es el motivo de su visita. Además, se ofrecen distintas facilidades para que todo esté organizado a la perfección, como, por ejemplo, conocer la tipología de habitación y de cama preferida, así como informarles de las distintas maneras de llegar a Seventy dependiendo de su entrada a la ciudad de Barcelona. Una vez que los clientes pongan un pie dentro de nuestra guest house mediterránea, la impresión que cause el establecimiento en el huésped es muy importante, ya que es la que perdurará en su memoria. “El trabajo previo que se realiza desde los establecimientos del sector para atender las necesidades de sus clientes antes de su llegada no sirve de nada si no se acompaña con una atención continuada mientras están alojados en el propio hotel. En un mundo en el que la diferenciación es clave, las maneras de destacar por encima del resto son importantes para desmarcarte y aportar valor a aquello que hacemos”, afirma Le Brusq.
Una vez realizado todo el proceso de check-in, el personal de recepción acompaña al cliente hasta su habitación para tener un primer encuentro con el espacio en el que va a pasar su estancia. Además, se les facilita la página web Barcelona Siempre, creada por NN Hotels, para resolver todas las preguntas y dudas que los viajeros puedan tener, recomendar planes, descubrir restaurantes y, en definitiva, adecuar su estancia en la Ciudad Condal a sus gustos personales. El equipo de Seventy siempre está disponible, las 24 horas del día, para responder a las demandas de sus clientes siempre que lo necesiten.
La identidad de Seventy Barcelona: atención al detalle y naturalidad en el trato
Crear momentos únicos y conseguir un vínculo especial con los clientes alojados en Seventy es fundamental para un equipo que trabaja con el fin de ofrecer la comodidad máxima en sus huéspedes. “Conocer a los clientes es esencial. Sabemos que el mercado asiático valora mucho la atención personal, como, por ejemplo, acompañarlos a su habitación y enseñársela, mientras que el mercado estadounidense da mucha importancia al servicio de conserjería, es decir, mostrarles restaurantes o ayudarles con las reservas de visitas guiadas. Este conocimiento de nuestros huéspedes nos da una ventaja para preparar su llegada y adaptarnos a sus gustos y a lo que están acostumbrados”, comenta Fanny Le Brusq.
Ese vínculo por el que el equipo de Seventy Barcelona trabaja, se consigue a través de la personalización de las estancias y, además, poniendo atención a los pequeños detalles que marcan la diferencia. “Nos gusta detectar el motivo por el que nuestros clientes eligen a Seventy para regalarles una experiencia difícilmente olvidable. Una gran parte de nuestros clientes nos eligen para celebrar sus lunas de miel o sus aniversarios. Esa información nos gusta conocerla con anterioridad, ya que queremos recompensar a los huéspedes que nos eligen en estos momentos tan especiales con un regalo que aporta un valor extra personalizado”, declara. La satisfacción global de los huéspedes es esencial para construir una visión positiva de la estancia y conseguir, de esta manera, potenciales nuevos clientes. Las buenas impresiones generadas son poderosas herramientas de marketing que permiten aumentar el reconocimiento y el atractivo de este establecimiento. La percepción positiva influye en la reputación general, posicionando a la guest house mediterránea como una opción preferida a la competencia.
Una de las cualidades diferenciadoras de Seventy Barcelona provienen de la cercanía y la naturalidad en el trato a los clientes. El equipo, joven y dinámico, aporta frescura y energía, lo que se traduce en un ambiente vibrante y acogedor. Los huéspedes se sienten bienvenidos y relajados cuando son recibidos con una sonrisa y un interés sincero por sus necesidades. Este enfoque honesto fomenta una conexión emocional que trasciende el servicio de hospitalidad con los visitantes. “Buscamos mucha naturalidad en la comunicación. No tenemos grandes pretensiones. Simplemente, queremos que el cliente se encuentre atendido y se sienta especial y, en definitiva, tenga la sensación de estar como en su propia casa. La naturalidad y el dinamismo de nuestro equipo es esencial para conseguir esta interlocución con los huéspedes. En Seventy Barcelona buscamos la cercanía”, añade.
Este tipo de interacción genuina fomenta la lealtad y el boca a boca positivo, ya que los clientes aprecian la autenticidad y el cuidado que reciben. Seventy Barcelona se define por cuidar a los huéspedes en su máxima expresión y hacerles sentir especiales. “Tú puedes tener el espacio más bonito del mundo, pero si el servicio no es personalizado y el personal no se interesa por los clientes, estos no van a volver porque quieren sentir la sensación de viajar y descubrir otras partes del mundo, pero sin salir de su casa”, concluye.
Una ubicación que juega un papel fundamental
Situado en la calle Còrsega, entre los barrios de Gràcia y del Eixample, Seventy Barcelona se caracteriza por ser un remanso de paz en el centro de una ciudad vibrante donde conviven las esencias más cosmopolitas. Gràcia es un barrio en ebullición que se sitúa a la vanguardia de todos los movimientos culturales globales sin perder la esencia tradicional, mientras que el Eixample se abre paso en el centro con todos los comercios, restaurantes y el legado de la arquitectura modernista que caracteriza a la Ciudad Condal. Su localización es uno de los motivos principales de su buena acogida entre todos aquellos que se alojan en esta guest house mediterránea. “La ubicación de Seventy es perfecta porque se encuentra a caballo de dos de los barrios más característicos y a través de los que mejor se entiende la esencia de Barcelona”, comenta Fanny Le Brusq. El rápido acceso que tienen los clientes al transporte público les permite conectar con varias partes de la ciudad y conocer más allá de los monumentos turísticos. “Son dos barrios muy distintos, pero que se complementan muy bien. Al situarse entre ellos, Seventy ofrece muchas alternativas dependiendo de lo que quieran visitar. Si quieren sumergirse en el centro y descubrir sus áreas más visitadas como la Sagrada Familia, tienen el Eixample, pero si quieren conocer el Park Güell, restaurantes y tiendas más locales, mientras que aprenden y observan la vida de un barrio tradicional barcelonés, están a un paso de Gràcia. Esta ubicación añade un valor añadido a la experiencia, ya que se marchan de Barcelona con una visión distinta y habiendo conocido zonas que se sitúan lejos de los grandes tours”, concluye.
Una experiencia exclusiva a través de espacios únicos
Seventy Barcelona se divide en dos espacios: Seventy Life, toda el área a la que pueden acceder los clientes no alojados, como el Spa, el lobby, The Patio, el restaurante o The Cors, entre otros, y Seventy House, la parte exclusiva a la que solo pueden entrar los clientes del establecimiento. Seventy Spa es uno de sus servicios más apreciados. Con una filosofía vegana y sostenible, ofrece una amplia variedad de tratamientos faciales y corporales que utilizan productos de origen vegetal, contando, además, con gimnasio, piscina interior, sauna y baño de vapor, que brinda un espacio de total relajación y bienestar. Asimismo, los clientes, tanto los que están alojados como aquellos que no, pueden complementar su experiencia en el spa con la gastronomía mediante paquetes que combinan los tratamientos con la comida mediterránea, tanto en el restaurante como en The Patio, creando así una experiencia holística y revitalizante.
El Urban Beach Club, la piscina y terraza situadas en la azotea de Seventy Barcelona, es un verdadero refugio de tranquilidad en el centro de la ciudad. Exclusiva para sus huéspedes, esta área ofrece una piscina privada y un ambiente sereno lejos del bullicio urbano. La terraza también cuenta con una carta de comidas y cócteles propios, permitiendo a los clientes relajarse y disfrutar del sol durante todo el día. Este espacio, con su tranquilidad y exclusividad, se convierte en un atractivo irresistible para aquellos que buscan un lugar donde desconectar de la realidad. “Es un oasis en el que estás apartado del ruido de la ciudad. Barcelona es una ciudad muy grande y encontrar un sitio que transmita esa paz y esa tranquilidad es difícil. Para todos los clientes es un reclamo, ya que aparte de bañarse en la piscina pueden tomar el sol y relajarse. Es uno de los espacios más valorados”, comenta Fanny Le Brusq.
Compromiso por la decoración y la sostenibilidad
El orden, la simetría, el color y el contraste de texturas son los elementos que definen a Seventy Barcelona. Estos cuatro elementos juegan en concordancia para dotar al establecimiento de un estilo joven y elegante sin ser lujoso y que respira tradición mediterránea por todos sus costados en el que el azul del mar contrasta con la madera blanca y el rojo. Estos colores crean un ambiente fresco, alegre y cálido en el que se genera un ambiente que abraza el clasicismo y la vanguardia que hipnotiza a los huéspedes que allí se alojan y a los clientes que quieren disfrutar de todo lo que Seventy ofrece. Asimismo, el arte también tiene un gran protagonismo, lejos de estridencias o reproducciones miméticas, ofrece una cuidada selección de obras de Luján Marcos, Simon Edmonson o Emilio Gañán y fotografías de Sebastián Rosselló que personalizan los diferentes espacios de Seventy Barcelona.
Conscientes del compromiso con el medio ambiente y el valor que aporta a los clientes, Seventy Barcelona ha implementado una serie de medidas para hacer un uso más efectivo de los recursos junto a materiales de nueva generación. Seventy fue diseñado para ser respetuoso con el medio ambiente con iniciativas que abarcan desde la eliminación del papel hasta la reducción del uso de plásticos tanto en las zonas privadas como en los espacios comunes, adoptando una filosofía paperless, donde toda la información está disponible en sus Smart TV, mientras que, en la recepción, el proceso de check-in se realiza online o en tabletas para minimizar el uso de este material.