Paula Domínguez: “El Brunch es un concepto muy acertado”
Basta una llamada perdida a Paula Domínguez para que su buzón de voz delate unas raíces andaluzas muy presentes en su trabajo. Con tan solo 18 añitos, esta marbellí se vino a Barcelona con una maleta llena de ilusiones y un sueño: dedicarse al mundo de la música. Con varios discos y proyectos musicales en su haber (Cachitos de Papel, 2016), otro a punto de ver la luz, y más de 10 años componiendo, se puede afirmar que ya lo ha logrado.
Las claves, su perseverancia y 11 años de formación continua en disciplinas tan diversas como Jazz, Flamenco o Clown Teatral. También ha hecho sus pinitos en el concurso musical Tu cara no me suena todavía, donde se quedó a las puertas de la final. Además de todo eso, todos los fines de semana de 12.30 h a 16 h ameniza el Brunch Around The Corner en The Corner Hotel, realizando versiones en directo de los clásicos del soul, dando un toque más trendy a la experiencia. En uno de sus descansos entre pase y pase surgió esta entrevista.
Paula ¿Cuándo llegaste a Barcelona y por qué decidiste venir aquí?
Fue al acabar el instituto. Llegó el momento en que tocaba decidir qué quiere hacer uno en el futuro. Yo vivía en Marbella y la mayoría de mis amigas se fueron a Granada, que es la ciudad universitaria de referencia por aquella zona. Yo quería ir a una ciudad grande, y dudaba entre ir a Madrid, a Barcelona o al extranjero. Así que una vez que acabé la selectividad me lancé a la aventura.
¿Te habías iniciado ya en la música antes de venir?
Había empezado a hacer clases de canto con 16 años. Durante 2 años asistí a clases grupales. Me servía como vía de escape.
Además de esa experiencia, en tu web destaca una formación constante a través de diferentes cursos y talleres.
Efectivamente, porque aunque se tenga talento, estudiar y aprender otras disciplinas ayuda muchísimo. Por eso, cuando llegué aquí con 18 años empecé a estudiar solfeo desde el principio. He estado 11 años estudiando música, haciendo un Grado Medio, después un Grado Superior y luego fui adentrándome en el mundo del flamenco. De oído se me daba bien pero no sabía siquiera diferenciar los palos. La idea era reforzar aquello en lo que más podía cojear. También he hecho teatro y tres años haciendo cursos de Clown, que me han dado una riqueza profesional y de interpretación que no me esperaba.
Jazz, flamenco, soul…¿Con qué género te sientes más cómoda?
Depende del día y del concierto…porque he trabajado los tres géneros. Canto temas típicos del soul, de jazz o de pop internacional en inglés. También canto en castellano, pero me siento rara haciéndolo, porque me sale el acento y acabo dándole a la canción un toque aflamencado.
¿Se podría decir que jazz y flamenco son géneros parientes que tienen en común ese sentimiento de algo que sale de dentro de uno mismo?
Más que el jazz, para mí, un género que tiene esa garra del flamenco es el góspel. Hay mucha gente que lo siente de verdad, y cree en lo que está cantando. Ahí hay un feeling y un sentimiento que se asemeja al del flamenco. Por eso hace unos años realicé un experimento llamado Gospel meets flamenco con Ramón Escalé, director de Gospel Messengers, en el que hicimos un dueto de góspel aflamencado.
¿En qué punto se cruza tu camino con el de The Corner Hotel?
Un compañero saxofonista que también había colaborado con el hotel me avisó que se estaba preparando el #SeagramsNYHotel y que iban a necesitar una cantante que interpretase clásicos del soul.
Tú que tuviste la suerte de vivirlo desde dentro, ¿cómo fue aquella experiencia?
Tengo que confesar que yo nunca he estado en Nueva York. No he cruzado el charco, así que poder vivir aquí lo que se lleva allí era muy atractivo. Además, la ambientación que se hizo del hotel fue fantástica, con una barbería instalada junto a la recepción, y toda la decoración que se hizo. Todo ello hizo que se generase una atmósfera increíble, llenando el lobby a diario. A nivel musical fue también algo nuevo, puesto que nunca había cantado con bases instrumentales. Siempre lo he hecho con músicos.
Y tras aquella experiencia efímera, el espíritu de New York pervive a través del Brunch Around The Corner. Dinos. ¿Qué encontrarán los que se animen a probarlo?
Tengo que decir que el hotel en sí ya es atractivo y conserva el espíritu de aquella experiencia. Además, esa esencia neoyorquina ahora también se hace presente mediante algo tan de allí como el brunch, un concepto que encuentro muy acertado, pero aquí se sirve con productos de la terra. En fin de semana la gente se suele levantar tarde, con lo que se les alarga la hora del desayuno y la de la comida. De esta forma, pueden acercarse a The Corner Hotel y probar una oferta gastronómica con la que poder comer bien ya desde las 12.30h. Y todo, amenizado en directo con los grandes clásicos del soul.
Y ya para acabar, ¿qué tal fue tu experiencia en Tu Cara no me suena todavía?
Fue algo muy divertido. Era mi objetivo en realidad. Aunque yo nunca he sido imitadora, me ayudó mucho interpretar esas canciones con las que he crecido. Me dio mucha fuerza y por eso me fue bien, aunque en la tercera gala fui tan atrevida que me quedé a las puertas de la final.