Albert Rubio: “La buena arquitectura mejora la calidad de vida de las personas”
48 horas para redescubrir Barcelona a través de su arquitectura. Esa es la propuesta que lleva realizando desde 2010 el 48 Horas Open House Barcelona, una iniciativa que vincula cultura, arquitectura, fotografía y patrimonio local durante un fin de semana en el que se pueden visitar espacios habitualmente cerrados al gran público, como el Arco de Triunfo o las torres venecianas de plaza Espanya. Como ya sucediera en la edición anterior, Núñez i Navarro se suma a estas 48 horas abriendo las puertas del hotel Granvía, el primer palacete construido fuera de las antiguas murallas, y el REC, un espacio urbanita y sostenible inspirado en el REC Comtal, canalización que suministraba agua a la ciudad de Barcelona ya desde la época de los romanos.
Uno de los encargados de seleccionar qué edificios pueden resultar de interés para el gran público es Albert Rubio, director de programación del Open House Barcelona, y que conoce el festival como pocos, ya que ha ejercido como voluntario y como coordinador de zona antes de ocupar su puesto actual. Nadie mejor que él para ayudarnos a conocer el festival un poquito mejor.
Dinos, Albert, ¿cómo ha sido la experiencia de tener distintos cargos?
Como voluntario fui todos los roles que ofrece el festival: acceso, guía y voluntario de proximidad de distintos edificios… y la verdad es que cada uno tiene su interés. Como voluntario de acceso hablas y conoces a la gente y como guía te puedes explayar hablando sobre arquitectura. Finalmente, como coordinador la tarea es fantástica porque te permite conocer una zona de la ciudad muy bien. Puedes transmitir toda la información de esos edificios, que normalmente son unos 40. El cargo de director de programación es de los mejores trabajos que he tenido. Estudiar el patrimonio arquitectónico de Barcelona y los proyectos que se realizan actualmente, hacer una selección y sacar las mejores propuestas que creo que pueden interesar a la gente.
¿Qué novedades presenta Open House respecto a la edición del 2017?">
Como llevamos 9 años de crecimiento, el objetivo para este año ha sido consolidar el festival: afianzar el ámbito geográfico y desarrollar las distintas secciones (Open Green, Open Social, Open Infraestructuras y Open Kitchen). La idea de este año no era seguir creciendo, pero si renovarse, y al final el 40% de la programación es nueva.
La principal novedad para mí es que este año es el Año Europeo del Patrimonio, y Open House se quiere sumar reivindicando la arquitectura moderna y sus orígenes, que son la cultura racionalista de los años 30 y, más concretamente, la figura de los arquitectos del . Todo esto lo haremos reivindicando el trabajo de este grupo de arquitectos, que en los años 30 importaron las vanguardias arquitectónicas europeas, pero siempre con respeto hacia la arquitectura tradicional mediterránea.
Nos interesa mucho el cambio estilístico que experimenta en ese momento la arquitectura: se saca toda la ornamentación, se asocia la forma a la función y a la vez con los valores que ésta transmite, ya que por primera vez que se pone la técnica a disposición del pueblo. En el sentido que todos los avances tecnológicos que se han ido produciendo a lo largo del siglo XIX, se intentan adaptar para que la gente pueda tener una vivienda digna. Por ejemplo, la Casa Bloc, vivienda obrera que se construye en el barrio de Sant Andreu. Por eso, desde Open House hemos hecho una propuesta bastante interesante con una selección de proyectos de este periodo que creo que explican bastante bien el momento histórico y su importancia arquitectónica: Viviendas, centros sanitarios, …
¿Cuánto tiempo lleva organizar un festival de puertas abiertas que se concentra en un fin de semana?
Hay gente trabajando todo el año. En el conjunto del equipo, la dedicación es distinta. Durante todo el año está la gente de comunicación, patrocinios, subvenciones y organización de eventos que se van haciendo durante el año. El equipo de programación empezamos a principios de año, a partir de abril, a seleccionar edificios, contactarlos y ver la viabilidad de su participación.
Antes de verano empiezan también a organizarse las otras ciudades que participan (Santa Coloma, Vilassar de Dalt, Badalona, l’Hospitalet y Sant Joan Despí). Y finalmente, la mayor parte del equipo se incorpora en los meses de septiembre y octubre, cuando se apuntan los voluntarios y hacemos las visitas a todos los edificios con ellos. En estos dos meses se acaba de encajar todo.
¿Hasta qué punto crees que es positiva tanta extensión del Festival?
Tampoco es tanta extensión. Para nosotros lo ideal sería que toda Cataluña abriese y reivindicase el patrimonio durante un fin de semana (o más), siempre y cuando se organizase a nivel local, no centralizado. El festival crea este sentimiento de pertenencia de los vecinos que descubren el valor de ciertos edificios que han visto toda la vida y no los valoran, redescubren su barrio.
Desde la asociación se insiste mucho en la figura del voluntario. ¿Por qué es tan importante para vosotros?
El voluntariado es la clave para que el festival funcione. Al final, contar con más de 1.000 voluntarios es la única forma de hacerlo posible. Nosotros podemos tener los edificios y el público, pero si no hay gente que los abra y los explique, no somos nada. Todo el equipo hemos pasado por la fase de ser voluntarios. No es un requisito, pero acaba sucediendo, ya que se acaba formando una gran familia en las semanas previas y durante el festival. Todos los voluntarios creen en esta difusión del patrimonio y en la idea que la arquitectura es cultura y que hay que reivindicar.
A día de hoy, siendo un festival tan conocido, ¿hay todavía algún edificio que se os resista?
Edificios que se resistan año a año creo que no hay ninguno. Quizás alguno porque nosotros hayamos desistido. Es posible. Lo que sí que puedo decir es que como este año el tema es la arquitectura del GATCPAC hemos estudiado la extensa obra de este colectivo y hemos contactado con muchísimos edificios. Entre ellos hay viviendas particulares que han declinado la invitación, y algunos se resisten, como la Fábrica Myrurgia del arquitecto Puig i Gairalt, que es un edificio del cual ya llevamos años detrás. Pero bueno si alguno declina un año, si vuelve a ser de interés, al final acaba participando.
En base a vuestra experiencia, ¿atraen más los edificios históricos o los contemporáneos?
Aunque me cueste reconocerlo porque va un poco en contra la voluntad del festival, los que interesan más al público son los históricos. El Modernismo en Barcelona es muy importante y acaba siendo el principal reclamo junto con otros edificios históricos. El top de visitas siempre esta formado por edificios históricos, como l’Arc de Triomf o las Torres Venecianas, modernismo, como casa Sayrach o el Mas de Miquel, alguna novedad del año, en 2017 la prisión Model que acababa de cerrar o el mercado de Sant Antoni que estaba a punto de finalizar la obra, y algún edificio contemporáneo recién finalizado, como Vil·la Urània también en 2017.
El Festival intenta siempre explicar la arquitectura contemporánea y moderna, y nos sorprende esta reacción del publico porque hay bastante oferta cultural en Barcelona para ver Modernismo: Gaudí, Puig i Cadafalch o Doménech i Montaner. En cambio, arquitectos de la época de la república, de la escuela Barcelona de los años 60 y 70 son mas desconocidos, aunque su publico va creciendo año tras año de festival.
Y poco a poco se han ido colando los hoteles, como el REC o el Granvía…
Para nosotros es importante romper la barrera que a veces hay con estos edificios porque el público local no acaba yendo nunca. Cuando en realidad tienen terrazas y cafeterías fantásticas y el público cree que no tiene acceso. En este caso el hotel REC, además de tener una terraza y un bar magnífico, tiene interés por la colaboración que han tenido muchos artistas locales, y está al lado de Arc de Triomf.
Open House es un fenómeno global que se da en muchas ciudades. ¿Se trabaja de forma independiente cada una de ellas o hay flujos de información sobre lo que funciona y lo que no en otros sitios?
Justo este año, en enero, hicimos un encuentro en Londres con más de 30 organizadores de distintos festivales Open House. Fue una puesta en común de ideas, de conceptos, de formas de trabajar. Se compartieron experiencias y conocimientos. Se habló mucho de metodologías de trabajo y hacia dónde quiere ir el festival. Pero al final cada Open House se organiza de forma independiente.
Barcelona, Madrid, Bilbao, Valencia en 2019… ¿ves alguna otra ciudad en España con potencial para acoger su propio Open House?
En España se ha hecho muy buena arquitectura, tanto tradicional como contemporánea, así que casi cualquier ciudad podría sumarse a la cita. Pero si tuviese que decir una sería Girona, que tiene una arquitectura histórica y contemporánea increíble.
¿Cuál es el perfil de público que visita el Open House?
Es un público muy heterogéneo. La mayor parte es un público no profesional, al que le gusta la cultura, el patrimonio y saben que una vez al año tienen esta cita en la ciudad. Pero cada vez más recibimos gente del sector, tanto arquitectos como estudiantes de arquitectura, que ven una gran oportunidad para descubrir las propuestas arquitectónicas y las novedades de la ciudad. Además, el valor añadido de que el arquitecto te explique su obra mueve a los estudiantes de arquitectura, diseño e interiorismo. Esta parte del público siempre se involucra más y normalmente acaban siendo voluntarios.
¿Cómo creéis que podéis hacer más atractivos los edificios de arquitectura contemporánea?
Por un lado, hay un tema educativo y pedagógico a explicar por qué la arquitectura es importante y por qué la buena arquitectura mejora la calidad de vida de las personas. Y no solo la arquitectura de hace 100 años cuando se dedicaban a hacer florituras en los edificios. La verdad es que desde que empezamos hemos notado un interés creciente por este tipo de arquitectura por parte del público del festival.
Una parte importante del festival es el apartado fotográfico, que este año se articula a través de 3 concursos: opengram (patrocinado por NiN), opensketch y Open Foto. ¿Se puede comprender la arquitectura sin la fotografía?
Poder, se puede. Hay un arquitecto suizo, Peter Zumthor, que no deja publicar fotos de sus edificios. Quiere que su arquitectura se experimente. Es su manera de verlo. A nosotros nos gusta mucho la fotografía porque es una mirada subjetiva del espacio y del edificio. Por eso potenciamos la mirada del usuario, no tanto la fotografía canónica y perfecta de la arquitectura. Nos gusta la fotografía como mirada subjetiva del público. Claro que lo mejor es experimentar la arquitectura pero es imposible conocer todos los edificios que hay en Barcelona. En cambio, a través de la fotografía te puedes hacer un mapa mental de todo lo que hay, y puedes llegar a conocerla de una manera distinta.
El objetivo de estos concursos de fotografía es presentar tu mirada de ese espacio. Nos gusta la idea de interactuar con el espacio, ya sea a través de una fotografía o un dibujo. Con esto también conseguimos la bidireccionalidad de la experiencia.
Recordemos las fechas del Festival
Desde Open House animamos a todo el mundo a participar, ya sea como público o como voluntario, haciendo fotos o participando en los concursos. Es el fin de semana del 27 y 28 de octubre y contamos con más de 230 edificios. Al final, el objetivo del festival es que el público local conozca su ciudad.