La Modelo se abre para mostrar la historia negra de Barcelona
Fotografía desde la terraza del edificio Josep Tarradellas.
Un nuevo “museo” ha nacido en Barcelona: La Modelo. Como en la película La Roca, los ciudadanos pueden visitar el interior de la antigua cárcel ubicada en el corazón del Eixample y sentir, por un momento, la privación de libertad, cuando se quedan momentáneamente aislados entre la cancela de entrada, ya cerrada, y la que da acceso al interior de la cárcel, que demora unos segundos en abrirse. Eso sí, a diferencia del famoso penal de San Francisco, esta nueva atracción tiene fecha de caducidad, el 26 de noviembre, último día para visitar la exposición “La Modelo nos habla. 113 años. 13 historias”.
La exposición ha generado tanta expectación que ya se han agotado las inscripciones para poder visitar la Modelo durante los próximos meses, según anunció la consejería de Justicia de la Generalitat. Esta enorme respuesta no debe sorprendernos, puesto que la historia de Barcelona de los últimos 113 años no se puede explicar sin la historia de una cárcel que fue construida en 1904 en las afueras de la ciudad y que acabó siendo absorbida por su crecimiento, hasta colocarla en el centro del Eixample.
Hasta su cierre definitivo el pasado 8 de junio, la cárcel ha sido testigo de los avatares: más violentos de la ciudad; la Semana Trágica, la dictadura de Primo de Rivera, la represión franquista y la problemática social de los años 80 con el auge de la heroína como vía de escape, entre otros.
La exposición recupera a través de celdas tematizadas la memoria de 13 reclusos que resumen la historia de la ciudad: presos políticos como Francisco Ferrer i Guardia y Lluís Companys, anarquistas como Salvador Seguí y Salvador Puig Antich, o delincuentes comunes, como Juan José Moreno Cuenca, “El Vaquilla”, que en 1984 lideró un motín para conseguir que les suministraran heroína. Mención especial merece la visita a la celda de “La Gilda”, alias de A.R., un camarero de 24 años que en 1955 fue detenido por ser homosexual.
La primera jornada de visitas se celebró el pasado 3 de julio. Entonces acudieron 750 afortunados que pudieron ver desde el lugar de los hechos la película Salvador, que explica la historia y el juicio que condenó a Puig Antich a la pena de muerte, ejecución que se llevó a cabo en la misma cárcel y que supuso la última de la historia de nuestro país. Tras el visionado, los asistentes a la exposición pudieron ver la celda 443 en la que pasó sus últimos días y la sala en la que fue ejecutado a garrote vil el 2 de marzo de 1974.
Entre los visitantes inscritos, muchos vecinos de la Nova Esquerra del Eixample, que han luchado durante años por el cierre de la Modelo y que, finalmente, han visto atendida su vieja reivindicación El Ayuntamiento de Barcelona, propietario actual del recinto, aún no ha especificado qué usos dará al recinto, aunque sí ha adelantado que habrá una zona verde y equipamientos públicos para el barrio. La solución, en diciembre, cuando la Generalitat entregue de forma definitiva las llaves de un recinto clave para entender la evolución de Barcelona durante el siglo XX.