Fuentes de Barcelona: El agua de nuestra historia (II)
Recordábamos hace unas semanas que la riqueza arquitectónica de Barcelona se manifiesta también a través de sus fuentes, que se cuentan por centenares. Tras un primer repaso en el que conocimos la fuente más famosa, la más deportiva y la más antigua de la ciudad, hoy queremos seguir descubriendo para ti algunas de las fuentes que más historia atesoran entre sus piedras.
Casa de l’Ardiaca. L’Ou com balla
Una de ellas se encuentra en la Casa de l’Ardiaca, un edificio junto a la Catedral que desde el siglo XII fue la residencia de los arcedianos que asistían al obispo. Además de tener en su fachada un buzón con la tortuga más paciente de Barcelona y conservar en la parte baja del edificio un fragmento de la antigua muralla romana, tiene también un pequeño claustro con una fuente de piedra dividida en dos niveles. En el más alto, un único surtidor en forma de seta del que emana agua. Gracias a su superficie redondeada la deja caer hacia un pilón octogonal del que salen cuatro grifos que dirigen ese caudal hacia un pilón inferior, donde vuelve a empezar el ciclo.
Cada año, para celebrar el Corpus Christi, el patio alberga l’ou com balla. Se engalana la fuente de flores y se coloca un huevo justo en la perpendicular del surtidor superior para que dé vueltas al ritmo del agua, dando la sensación de estar bailando sobre el agua sin llegar a caer. Sin saber del todo bien el origen ni el simbolismo de esta tradición, lo cierto es que ya en 1440 hay constancia de ella.
Fuente de Portaferrissa
No muy lejos de allí, otra fuente nos evoca las murallas de la Barcelona medieval, que se alzaban a un lado de las Ramblas. Allí se encuentra la fuente de Portaferrissa, que en el siglo XIII era una de las puertas de entrada a la ciudad. Concretamente la “puerta de hierro”, que acabó mutando su nombre hasta el actual. Un mural en la fuente que hay al inicio de la calle nos recuerda ese pasado. Conviene resaltar la importancia de este y de otros caños que durante siglos había en las calles y plazas de la ciudad, porque no había suministro de agua en las casas y salvaban a las familias de salir extramuros y adentrarse en los arrabales (actual Raval) para poder recoger agua.
Fuente de Santa Eulàlia
Siguiendo este viaje virtual por las fuentes más famosas de Barcelona en sentido Llobregat desde el centro podemos hacer un alto en la plaza del Pedró, donde la calle Hospital se convierte en Sant Antoni Abat. Allí se ubica la fuente de Santa Eulàlia, datada en 1673, que consiste en una fuente de cuatro caños presidida por un pilar coronado por la copatrona de Barcelona, en su martirio. Desde entonces, la fuente ha sobrevivido a todos los conflictos y bombardeos sufridos por la ciudad, aunque la Guerra Civil casi acaba con ella. Solo sobrevivieron la fuente y la cabeza de la santa. El resto tuvo que ser reconstruido para devolverle la apariencia que tiene actualmente.
La Font del Gat
Pues sí. La famosa Font del Gat que canturreábamos de pequeños, y de la que bajaban “una noia i un soldat” existe y se encuentra en Barcelona. Más concretamente en Montjuïc, en los jardines de Laribal. Como cuenta la canción, esta fuente rodeada de naturaleza era un remanso de paz y de intimidad para los enamorados que encontraban allí un lugar bucólico lejos de miradas inquisitoriales. No fueron los únicos. Poco a poco el lugar se convirtió en el lugar preferido de la sociedad barcelonesa para sus excursiones domingueras, hasta el punto que su enorme popularidad se convirtió en inmortalidad mediante una sardana escrita en 1926 y que ha llegado hasta nuestros días.
Si os animáis a convertir en real este viaje virtual y a dar un paseo por las fuentes de Barcelona, este sería sin duda un buen punto para descansar y disfrutar las vistas que nos regala la ciudad desde esa ubicación. Nuestra próxima ruta por las fuentes de Barcelona será todo un cuento de hadas...